Mesas refrigeradas
Las mesas refrigeradas son uno de los equipos más importantes en la cocina de cualquier negocio de hostelería, ya que permiten mantener los alimentos frescos y seguros. Estas mesas se componen de una superficie plana donde se preparan los alimentos, y debajo de ella se encuentra una unidad refrigerante que mantiene la temperatura adecuada. En su interior, suelen contar con varias puertas o cajones que permiten organizar y almacenar los alimentos de manera eficiente. El funcionamiento de una mesa refrigerada se basa en la circulación de aire frío generado por un motor que está ubicado en la parte inferior de la mesa. Al encender la unidad refrigerante, el aire frío circula por el interior de la mesa y enfría los alimentos. El exceso de humedad se recoge en un evaporador y se expulsa mediante un sistema de drenaje.
Las mesas refrigeradas son ideales para mantener alimentos frescos, como verduras, carnes, pescados, lácteos y otros productos sensibles a la temperatura. Además, su estructura permite una mayor organización y comodidad en la preparación de alimentos en la cocina. Existen diferentes tipos de mesas refrigeradas, desde las que tienen una puerta frontal hasta las que tienen múltiples puertas o cajones. También se pueden encontrar mesas refrigeradas de diferentes tamaños, lo que las hace ideales para negocios de diferentes tamaños.
En resumen, las mesas refrigeradas son imprescindibles en la hostelería para garantizar la seguridad y frescura de los alimentos, así como para mejorar la eficiencia en la cocina.
Las mesas refrigeradas son uno de los equipos más importantes en la cocina de cualquier negocio de hostelería, ya que permiten mantener los alimentos frescos y seguros. Estas mesas se componen de una superficie plana donde se preparan los alimentos, y debajo de ella se encuentra una unidad refrigerante que mantiene la temperatura adecuada. En su interior, suelen contar con varias puertas o cajones que permiten organizar y almacenar los alimentos de manera eficiente. El funcionamiento de una mesa refrigerada se basa en la circulación de aire frío generado por un motor que está ubicado en la parte inferior de la mesa. Al encender la unidad refrigerante, el aire frío circula por el interior de la mesa y enfría los alimentos. El exceso de humedad se recoge en un evaporador y se expulsa mediante un sistema de drenaje.
Las mesas refrigeradas son ideales para mantener alimentos frescos, como verduras, carnes, pescados, lácteos y otros productos sensibles a la temperatura. Además, su estructura permite una mayor organización y comodidad en la preparación de alimentos en la cocina. Existen diferentes tipos de mesas refrigeradas, desde las que tienen una puerta frontal hasta las que tienen múltiples puertas o cajones. También se pueden encontrar mesas refrigeradas de diferentes tamaños, lo que las hace ideales para negocios de diferentes tamaños.
En resumen, las mesas refrigeradas son imprescindibles en la hostelería para garantizar la seguridad y frescura de los alimentos, así como para mejorar la eficiencia en la cocina.